lunes, 20 de agosto de 2018

Tres en contexto



Dianora Pérez 2018

María Fabiana Zapata 2018

Ricardo Arispe 2018



Los tres, son los artistas ganadores de los primeros premios del encuentro de Jóvenes con FIA, Feria Internacional Arte de Caracas, que ya no se realiza por las falta de condiciones para un evento de esta magnitud; pero gracias a la iniciativa de la Galería D' Museo, Banesco,  el MACZUL y un pequeño grupo de interesados hicieron posible dar continuidad a esta confrontación anual que promueve el desarrollo de los jóvenes talentos artísticos en el país.

Dianora Pérez, María Fabiana Zapata y Ricardo Arispe, presentan sus propuestas “en contexto” aludiendo, pero eludiendo mencionar la expresión “socio-política” del país.

Se agradece la buena museografía de Alberto Asprino, pues no siempre es posible lograr la armonía para hacer lectura a cada obra sin  que se interfieran y que por ello mismo se valorice la percepción  individual del espacio propio que les corresponde.

El Libro Rojo Dianora Perez 2015/Foto nusarte
El trabajo con Libros de artista de Dianora Pérez  empieza a cosechar premiaciones a partir del 2016  Con El Libro Rojo en III Bienal de Artes Gráficas, posteriormente El Libro Blanco se exhibe en  el Salón Octubre Joven, El  Libro Dorado recibe mención especial en el 14 Premio Eugenio  Mendoza y en el 2017 gana el  primer premio de la XX edición Jóvenes con FIA con el Narcolibro.

Cada libro es un reto en cuanto  a las implicaciones de  la representación de las víctimas, pues cada obra es una compilación y sistematización de las evidencias encontradas en el fragmentario mundo de la información disponible, sobre diferentes aspectos de las secuelas de la violencia en el país.

Este punto es relevante, ya que mediáticamente se ha prestado a confusión a pesar de que la artista ha hecho énfasis, que sus fuentes son la documentación ya publicada en físico y en redes, el trabajo de investigación  hace explicita la problemática del acceso a la información y aquí la dificultad de armar el corpus de cada libro, un trabajo de reconstrucción documental que tiene como resultado una propuesta artística y no periodística. Un nombre que aparece en un sitio, una declaración dada que no está en la nota oficial, una declaración por audio, los comentarios en redes  así cada obra es una filigrana hecha expediente de un caso particular: la represión y los presos, la cuestionable estadística de las muertes violentas, la minería y sus víctimas, el narcotráfico y la impunidad, como la fiesta del legado termina en sangre.

The Lagacy  -Dianora Pérez 2018 / foto nusarte

Valga resaltar  el arte y no el contenido de estas temáticas, que sin duda  tienen un gran valor hermenéutico. La manera como el arte interpela, la relación con el otro se da a través de la invitación a la lectura, la cual tendrá que enfrentarse  con una escritura codificada (braille), y toda una simbólica de las texturas de la escogencia en la calidad de los papeles y los obstáculos perceptivos, como el uso de guantes, que exige  al lector a tomar la decisión en la actividad performática  como participante del juego o mantenerse como espectador  ante un bello objeto y un  texto críptico.

 Poesía visual, se podría caracterizar como conceptualismo sacro, sobre todo  en The Legacy  la obra que se encuentra en esta muestra. Son relicarios ofrendas por cada una de las víctimas, y un pequeño Libro de Vida colocado sobre un tapete de terciopelo rojo, resaltando el carácter sagrado y delicado que resulta el asunto de la muerte.


El Libro de Vida -Dianora Pérez 2018 /foto nusarte
                                     
Nuestra vida a través de estos libros refleja un drama lúdico, aparte quizás como epitafio, se presenta el  juego de rompecabezas de piezas de madera, un tanto más complicado de descifrar, pues no da pistas para  saber cómo armar la palabra República  escrita en braille.




Dos Querubines
María Fabiola Zapata 2018 /foto nusarte
Por su parte María Fabiana Zapata crea una expresión neo póvera, ensamblajes escultóricos poco complacientes, reciclando porcelanas de Capodimonte  con madera y el vaciado en concreto  de un vaso plástico desechado, que de manera metafórica articulado con el título de las obras nos irá revelando situaciones críticas que nos hablan del deterioro de una clase social, de esa burguesía acomodada (que tenía acceso a estos adornos), los cuales ahora rotos   han perdido su valor , o solo son fragmentos como “La manito", vestigios de una bonanza que luce muy lejana poder recobrar y el emblema político de la coalición unificada de la élite política hoy ya desaparecida.



La niña adolescente
María Fabiola Zapata 2018 /foto nusarte
Enfrentarse a este estado de conciencia en el objeto puede ser muy inquietante y cuestionador.

El embarazo precoz alarmante  siempre y más en estos tiempo de escases, es abordado en la figurilla donde el vaso oculta el vientre de la joven madre, una ironía melancólica, rescata con el humor, el desaliento de la bancarrota; exponiendo y cuestionando el Kictsh del consumismo y la comodidad , un oximorón del pudor ante la irresponsabilidad genética que nos abruma.

Los pedestales de madera resultan precarios e inestables, aunque están perfectamente ensamblados, el resultado visual es riesgoso para las frágiles figuras. El rancho. Compositivamente las obras se estructuran en base al contraste de los materiales: porcelana, madera, concreto y clavos; valorando la calidad expresiva del remiendo y de la ironía creativa de la sobrevivencia.




Ricardo Arispe 2018 /foto nusarte
Arispe por su parte también recurre al Kitsh de un pop de protesta, su trabajo gráfico  en esta muestra presenta dos tipos de producciones de excelente factura, los collages de los héroes y las obras pictóricas de autores del romanticismo venezolano intervenidas sarcásticamente, recurriendo a la fórmula del borrado de los rostros, colocándole máscaras de gas y enlazando los temas tratados con los juegos lingüísticos de los títulos asignados;  renombrando la obra de Michelena “ El carajito no tiene medicina” por ejemplo  y las máscaras de gas estandarizadas para ser reproducidas bajo un patrón en cartulina y armadas tridimensionalmente, con diferentes diseños decorativos, como  “nuestros ojitos de Chávez”[i] , o  el empaque de harina precocida.

Ricardo Arispe 2018/foto nusarte
Desde el punto de vista del mercadeo y el coleccionismo el artista propone  y el público dispone. Por la respuesta  en puntos rojos el día de inauguración, el público escoge estos bibelot contemporáneos, especie de suvenir de los conflictos, quizás en  el mismo ánimo un tanto epidérmico como algunos han asumido las manifestaciones,  como un compromiso ritual, un evento social para compartir, donde la empatía y la participación se produce de la misma forma que funciona musicalmente la canción de protesta.

Es sin duda  interesante aplicar desde el arte, la regla de tres en contexto.


Nancy Urosa Salazar :Texto y fotografía


[i] El grafitti oficial de los ojos del gran hemano Chávez, que decora la ciudad, Arispe lo cambia por  nuestros ojos, múltiples miradas de la gente. Esta máscara en particular semióticamente es una excelente representación de  cómo funciona el miedo en los regímenes totalitarios. Pero dentro del discurso se presenta como parte de la obra serial sin otro énfasis.

miércoles, 15 de agosto de 2018

Caracas postcards: últimos apuntes



Las Post cards de  Vasco Szinetar,  presentadas en el Espacio Zero con la curaduría de Lorena González son las de un pintor fotógrafo, que congela la imagen pictórica, asentada en la ciudad.
Es poesía visual .Me conecto que el imaginario de los años 60 : Jacobo Borges, surge un paralelismo con las imágenes  recientemente presentadas en mayo –junio  en la sala TAC  curada por Douglas Monroy titulada El ojo de la Ballena en una muestra antológica de Daniel González quien  también sitúa a ese solitario ser humano en el escenario urbano de Caracas ,  acompañado por lo general de un texto, un grafiti un cartel publicitario, que complementa semánticamente la ubicación de los personajes y nos rescata con el humor de la sórdida situación que nos revela el encuadre, o enfatiza el comentario y complementa el título con toda su intención poética.

  
Vasco Szinetar 2018
Vasco Szinetar 2018




Daniel González 1960

Jacobo Borges 1960


Vasco Szinetar 2018 /foto de la foto nusarte












Las imágenes dentro de una estética informalista, que recurre a los materiales más diversos, reciclándolos pues la precariedad y la creatividad deben resolverse artísticamente. El interaccionismo simbólico a la vuelta de algunos años genera una polifonía de interpretaciones, en torno a la soledad y el desamparo. Franklin Brito  quien este 30 de Agosto cumplirá  8 años de haber fallecido, su performance cada día cobra mayor relevancia ante la barbarie infligida por el poder y la falta de solidaridad de los grupos políticos, ecológicos y culturales que debieron apoyarlo ,de la misma manera que ocurrió con Oscar Pérez. Propios mártires de una guerra inaudita. 

fotografia de la fotografía Nanacy Urosa S
fotografía de la fotografia Nancy Urosa S


La composición  dialógica propuesta de Brito y el pan por una parte y Oscar Pérez y los guerrilleros cuando fueron masacrados, resuenan como imágenes religiosas, que revisten el culto de quienes entregaron su cuerpo, lo dieron todo…El cordero de Dios…Chivos expiatorio  de una gran indiferencia social, una postal que indudablemente debe viajar en el tiempo y estar fresca en la memoria, para polemizar sobre  el amor, los ideales, la comunicación y la deshumanización de  la incoherencia política.



sábado, 15 de abril de 2017

14 Salón Eugéno Mendoza





Siempre ha sido difícil, vocacional, filantrópico, el fomento y mantenimiento de actividades artísticas, mucho más en este tiempo de guerra; y no se puede menoscabar la labor de instituciones como la Fundación Mendoza, pero no por ello, debo caer en la muy presente autocensura para callar mis dudas y mis sabores amargos ante situaciones en los circuitos de distribución de la producción artística. Este premio es importante, para los jóvenes artistas, constituye una motivación y estímulo.
El 14 salón es esperanzador porque refleja la labor de los artistas que en su mayoría viven y generan su producción en este, llámese campo de concentración o campo de  batalla. Desde aquí oigo las cotufas, como eufemísticamente le llamo  al sonido de las ráfagas y disparos aislados (desde hace más o menos unos 10 años).
La economía de medios es  parte de la crueldad que impone el momento, y creo que esta limitación engrandece cada una de las propuestas presentes en esta muestra, digna de una detenida mirada,  resulta también  una didáctica de los procesos creativos, especialmente de los artistas como investigadores y fabricantes de realidades, que nos rebotan complejamente como un juego de pinball, a las muy diversas relaciones que nuestra percepción consiente e inconscientemente elabora a partir de sus obras.
Y creo ineludible en el arte la condición de homo faber-ludens, sin buscar, tensión de polaridades, sino como característica de la actividad artística y los tramados categoriales que tejemos  quienes transitamos también las teorías del arte.
            Muy relevante el apoyo de seis importantes especialistas que trabajan en diversos escenarios internacionales, resulta  muy relevante  la promoción  para el arte joven venezolano: dar a conocer nombres, proyectos, de los artistas que enviaron sus propuestas y un aval para quienes resultaron seleccionados,  contar con los textos curatoriales de tan sobresaliente grupo de curadores

Ante esta situación de  carestía, la sala realizó un excelente esfuerzo museográfico, donde las piezas  dialogan bien en el espacio, quizás en la entrada son cuatro propuestas  y pueden resultar un poco apretados los campos visuales, pero como tres de ellas se aprecian de manera intima, acercándose para ver detalles, no se invaden perceptualmente.
Se agradece la publicación del acta del veredicto del jurado, lo que debería ser costumbre en los certámenes artísticos, pero lo general es saber sólo los nombres de los jurados y de los premiados
Cuando  se lee el acta del jurado del premio del  14 Salón Eugenio  Mendoza,  uno como docente de arte, como artista, como crítico, como persona común y corriente entra en crisis frente  al problema ontológico de la obra y se sorprende por la docilidad de todos los artistas participantes y en especial del premiado ante la recomendación que hace el jurado sobre su obra.
Se supone que una obra de arte, ni le sobra, ni le falta nada, es perfecta en su ser, a menos que la intervención, la modificación de la propia obra esté dentro de la propuesta  artística, pertenezca a su esencia ;  no siendo ese el caso ¿Cuáles son los parámetros de idoneidad  en la evaluación de mérito de una obra, cuando esta es objetable ? ciertamente  el campo de los juicios de valor , es un campo minado, donde la subjetividad perceptiva e interpretativa juega un papel preponderante, es por ello que este tipo de  deliberaciones se realiza entre varias personas y por lo general en número impar.
Semioticamente,  se convierte en algo bastante engorroso de dilucidar. Dado que cada uno de los elementos que compone la obra tiene un carácter significante y significativo, al objetar el dispositivo de exhibición (no la obra), se infiere que el artista no pudo resolver su proyecto completamente.  Entonces no se premia la obra, sino el proyecto; ¿la obra resulta accesoria?
Si bien el discurso y las formas están en el mismo campo del significante, y no en opuestos como algunos sugieren, confundiendo el término discurso, con retórica; pero entiendo la preocupación, ya que lo que sí es insostenible, es un  discurso que  no corresponde a la forma, el “como lo digo” es lo que da el carácter y la particularidad del discurso.
Las bolsas son signos, en estos momentos en Venezuela, denotan  la situación de escases alimentaria  y colocadas sobre esa rústica mesa de madera, explicita más la situación de indefensión, inseguridad de consumir el sustento mínimo ante la ausencia de los productos básicos, pero resulta ser que la mesa no es parte de la obra.
El cuestionamiento de la mesa, resulta también tener un potente contenido semántico, ya que en términos de la política nacional, la mesa alude al sector de la oposición unificada… -no se trata de esa mesa, pero el azar es objetivo. ¿Por qué es inapropiada la mesa? ¿Cómo debe ser la mesa? ¿Aun así la pieza permanece tal cual, se asume que la modificación sugerida se tomará en cuenta para otra oportunidad?
Ante este problema, de tener que premiar una obra con la que el jurado manifiesta no estar formalmente de acuerdo, existiendo otras, que no presentaban esta dilemática ontológica; inclusive haciéndose dos de ellas  merecedoras del reconocimiento, se decide premiar  la obra, que a su criterio, hay que hacerle una “corrección”, debe ser de otra forma y queda refrendado en el acta tal discrepancia en cuanto a la manera en cómo está exhibida; y esto se me hace complicado de entender  y ahora mucho más de explicar cuando afronte el concepto de esencia, hablando de la materia y forma en la obra artística.
Las posteriores declaraciones a la prensa nacional que dio  el artista galardonado, destaca el hecho performatico del material visual, “a partir del ensamblaje de bolsas que habían sido utilizadas previamente por revendedores de alimentos”, pero luego  dice” “Yo lo que hacía era proponerles un intercambio, yo les daba una bolsa común y ellos me entregaban la que estaban utilizando para cargar lo poco que habían podido comprar”,  ambas declaraciones son dos propuestas de acciones diferentes, de esta última me resulta una situación bastante forzada, lo que le aumenta mi  interés a las respuestas  de los interceptados en la acción.
Pero, todo el énfasis  performatico del material, esa “historia del material” queda oculta,  encriptada y al parecer es irrelevante. No sabremos nada de las reacciones de un público al que se le intercepta  y le puede incomodar o no,  la sugerencia de cambiar una bolsa por otra sin ningún beneficio. El receptor en contacto con la obra no puede llegar a conocer del estado de las bolsas,  pues  se encuentran amarradas, a menos que de otra manera sea informado de ello, es decir debe recurrir a la previa o posterior lectura del texto del proyecto tener conversación con el artista o algún informante allegado por ejemplo.
La mesa sola funciona semánticamente, ¿pero el ensamblaje de las bolsas sin la mesa? …. ¿cómo  y dónde deben estar colocadas las bolsas? ¿Cambiará la lectura de la obra si modifico  su dispositivo de exhibición?
¿Importa acaso lo que sucede con el público y  su interacción con las obras?, o ¿hay que asumir un gusto direccionado,  ver lo que nos dicen que tenemos que ver, como en el cuento del emperador que estaba desnudo.
Otro aspecto que me llena de incógnitas es el elogio por no sobre determinarse  ¿por qué esto es  un hecho que merezca reconocimiento?
Son fascinantes los juegos lingüísticos en los textos de arte. El término sobre-determinarse  venido del psicoanálisis y empleado en política y  sociología por Althusser, es una de esas palabras difíciles de aprehender porque devienen de la complejidad que encierra su significado; simplistamente sobredeterminarse  sería: la capacidad de colocarse capas, de solaparse y de complejizarse: que cada parte sea a la vez el todo y particular al mismo tiempo.
Mucho más difícil de pensar es el ejercicio que propone el jurado al decir “que no se sobredertemina” y allí mi duda de lo que estoy entendiendo, no resulta un elogio.
De los 12 artistas 10 propuestas sintetizan  una visión de esta llamada situación país en la que nos encontramos los venezolanos de estos tiempos, entonces las propuestas  de los otros dos artistas centradas en una problemática formal de la fotografía, ¿estarían fuera de concurso? ¿Tiene una línea editorial el salón obedeciendo a directrices  mediáticas de la super estructura?
Vivimos una economía de guerra creada por el gobierno al destruir el aparato productivo, forzada internacionalmente por razones políticas se le conoce como “guerra económica”, razones imperiales todas y de todos los imperios, que salen a relucir con el brillo de los minerales por ejemplo  , es una temática más oculta pero no por ello menos álgida y los artistas nos la hacen visibles  y uno puede transitar  los vericuetos a los que se puede llegar a través de los sellos, y la escritura braille de un libro,  donde también se resolvió con economía de medios y  sin monumentalidad; dos característica  en las obras de toda la muestra.
Muy rigurosa también resulta la síntesis  de los pentagramas silenciosos de nuestro himno nacional, la visualización sonora de la impunidad  y  la complicidad de los actores sociales ante la pérdida en general y particularmente se alude a ese país perdido, aquel donde se diseñaban estampillas y existía un coleccionismo filatélico, por supuesto  hablamos de años atrás, cuando aún no existía el e-mail y la comunicación epistolar recurría al correo postal.
Obras que refieren a situaciones personales: las cartas, las postales, los recuerdos pintados, los objetos ensamblados, dentro de un contexto histórico  de una modernidad hoy en acelerado proceso de deterioro. Haciendo crónica de esta actualidad, empleando el concepto de registro etnográfico, con humor en la apología simbólica identitaria, que muestra los documentos de la interacción lúdica. La  visualización  de la determinación del nivel de vida de una población de clima muy cálido, en la metáfora de una planta que depende de la electricidad, del agua residual  de un  aire acondicionado.
En ese sentido quien más se acercase a esa  línea se aproximaba más al discurso deseado, a la contradicción económica sobredeterminada. La propuesta premiada, nos enfoca en la cotidianidad de la continuada y desgastante búsqueda de alimento referida a la especificidad histórica de Julio-Agosto 2016 y subrayar este asunto de contingencia humanitaria siempre será relevante.
No sé si el acta buscaba sacudir,  activar la polémica; pero a la fecha es abismal  tanto silencio, aunque pasa, nada pasa, todo es excesivamente normal. Como artista, debo destacar que discurso más contundente,  me parece el acta de premiación, porque expresa el conformismo y la precariedad en los niveles más altos.


 Nancy Urosa Salazar
Artista docente investigadora 
Dra. en Cultura y Arte para América Latina y el Caribe





Los curadores encargados de la selección de los proyectos para  esta edición son Emiliano Valdés (Guatemalteco, curador en jefe  del Museo de Arte Moderno de Medellín, Colombia), Gabriela Rangel (Venezolana, directora de Artes Visuales y curador en jefe Americas Society, Nueva York, EEUU), Isabela Villanueva (Venezolana, curadora independiente radicada en Nueva York, EEUU), José Luis Blondet (Venezolano, curador de proyectos especiales de Los Ángeles County Museum of Art, EEUU), Lisa Blackmore (Británica, curadora y artista independiente radicada en Zurich, Suiza) y Magali Arriola (Francesa, curadora independiente radicada en México, DF, México)
Participantes: Eduardo Vargas Rico, Rosa Chávez, María Fabiana Zapata, Rosario Lezama, José Joaquín Figueroa, Rafael Serrano, Esmelyn Miranda, Paola Nava, Dianora Pérez, Samuel Yanes, Daniel Medina y Katiuska Angarita.

El jurado encargado del veredicto  : Sofía Hernández Chong-Cuy, Eliseo Sierra y Luis Lizardo.

Reconocimientos:
Premio Salón Eugenio Mendoza # 14 
Esmelyn Miranda Orozco 
disfrutará de una residencia de tres meses
en el centro Lugar a Dudas en Cali,Colombia

Menciones honoríficas: Ficción postal       Daniel Medina
                                        El libro dorado de Dianora Pérez.