Siempre ha
sido difícil, vocacional, filantrópico, el fomento y mantenimiento de
actividades artísticas, mucho más en este tiempo de guerra; y no se puede
menoscabar la labor de instituciones como la Fundación Mendoza, pero no por
ello, debo caer en la muy presente autocensura para callar mis dudas y mis
sabores amargos ante situaciones en los circuitos de distribución de la
producción artística. Este premio es importante, para los jóvenes artistas,
constituye una motivación y estímulo.
El 14 salón es
esperanzador porque refleja la labor de los artistas que en su mayoría viven y
generan su producción en este, llámese campo de concentración o campo de batalla. Desde aquí oigo las cotufas, como
eufemísticamente le llamo al sonido de
las ráfagas y disparos aislados (desde hace más o menos unos 10 años).
La economía de
medios es parte de la crueldad que
impone el momento, y creo que esta limitación engrandece cada una de las
propuestas presentes en esta muestra, digna de una detenida mirada, resulta también una didáctica de los procesos creativos,
especialmente de los artistas como investigadores y fabricantes de realidades,
que nos rebotan complejamente como un juego de pinball, a las muy diversas
relaciones que nuestra percepción consiente e inconscientemente elabora a
partir de sus obras.
Y creo
ineludible en el arte la condición de homo faber-ludens, sin buscar, tensión de
polaridades, sino como característica de la actividad artística y los tramados
categoriales que tejemos quienes
transitamos también las teorías del arte.
Muy
relevante el apoyo de seis importantes especialistas que trabajan en diversos
escenarios internacionales, resulta muy
relevante la promoción para el arte joven venezolano: dar a conocer nombres,
proyectos, de los artistas que enviaron sus propuestas y un aval para quienes
resultaron seleccionados, contar con los
textos curatoriales de tan sobresaliente grupo de curadores
Ante esta
situación de carestía, la sala realizó
un excelente esfuerzo museográfico, donde las piezas dialogan bien en el espacio, quizás en la
entrada son cuatro propuestas y pueden
resultar un poco apretados los campos visuales, pero como tres de ellas se
aprecian de manera intima, acercándose para ver detalles, no se invaden
perceptualmente.
Se agradece la
publicación del acta del veredicto del jurado, lo que debería ser costumbre en
los certámenes artísticos, pero lo general es saber sólo los nombres de los jurados
y de los premiados
Cuando se lee el acta del jurado del premio del 14 Salón Eugenio Mendoza,
uno como docente de arte, como artista, como crítico, como persona común
y corriente entra en crisis frente al
problema ontológico de la obra y se sorprende por la docilidad de todos los
artistas participantes y en especial del premiado ante la recomendación que
hace el jurado sobre su obra.
Se supone que
una obra de arte, ni le sobra, ni le falta nada, es perfecta en su ser, a menos
que la intervención, la modificación de la propia obra esté dentro de la
propuesta artística, pertenezca a su
esencia ; no siendo ese el caso ¿Cuáles
son los parámetros de idoneidad en la
evaluación de mérito de una obra, cuando esta es objetable ? ciertamente el campo de los juicios de valor , es un
campo minado, donde la subjetividad perceptiva e interpretativa juega un papel
preponderante, es por ello que este tipo de
deliberaciones se realiza entre varias personas y por lo general en
número impar.
Semioticamente,
se convierte en algo bastante engorroso
de dilucidar. Dado que cada uno de los elementos que compone la obra tiene un
carácter significante y significativo, al objetar el dispositivo de exhibición
(no la obra), se infiere que el artista no pudo resolver su proyecto completamente.
Entonces no se premia la obra, sino el
proyecto; ¿la obra resulta accesoria?
Si bien el
discurso y las formas están en el mismo campo del significante, y no en
opuestos como algunos sugieren, confundiendo el término discurso, con retórica;
pero entiendo la preocupación, ya que lo que sí es insostenible, es un discurso que no corresponde a la forma, el “como lo digo”
es lo que da el carácter y la particularidad del discurso.
Las bolsas son
signos, en estos momentos en Venezuela, denotan
la situación de escases alimentaria y colocadas sobre esa rústica
mesa de madera, explicita más la situación de indefensión, inseguridad de
consumir el sustento mínimo ante la ausencia de los productos básicos, pero
resulta ser que la mesa no es parte de la obra.
El
cuestionamiento de la mesa, resulta también tener un potente contenido
semántico, ya que en términos de la política nacional, la mesa alude al sector
de la oposición unificada… -no se trata de esa mesa, pero el azar es objetivo.
¿Por qué es inapropiada la mesa? ¿Cómo debe ser la mesa? ¿Aun así la pieza
permanece tal cual, se asume que la modificación sugerida se tomará en cuenta
para otra oportunidad?
Ante este
problema, de tener que premiar una obra con la que el jurado manifiesta no
estar formalmente de acuerdo, existiendo otras, que no presentaban esta
dilemática ontológica; inclusive haciéndose dos de ellas merecedoras del reconocimiento, se decide
premiar la obra, que a su criterio, hay
que hacerle una “corrección”, debe ser de otra forma y queda refrendado en el
acta tal discrepancia en cuanto a la manera en cómo está exhibida; y esto se me
hace complicado de entender y ahora
mucho más de explicar cuando afronte el concepto de esencia, hablando de la
materia y forma en la obra artística.
Las
posteriores declaraciones a la prensa nacional que dio el artista galardonado, destaca el hecho
performatico del material visual, “a partir del ensamblaje de bolsas que habían
sido utilizadas previamente por revendedores de alimentos”, pero luego dice” “Yo lo que hacía era proponerles un intercambio, yo les daba
una bolsa común y ellos me entregaban la que estaban utilizando para cargar lo
poco que habían podido comprar”, ambas
declaraciones son dos propuestas de acciones diferentes, de esta última me
resulta una situación bastante forzada, lo que le aumenta mi interés a las respuestas de los interceptados en la acción.
Pero, todo el
énfasis performatico del material, esa
“historia del material” queda oculta, encriptada y al parecer es irrelevante. No
sabremos nada de las reacciones de un público al que se le intercepta y le puede incomodar o no, la sugerencia de cambiar una bolsa por otra
sin ningún beneficio. El receptor en contacto con la obra no puede llegar a
conocer del estado de las bolsas, pues se encuentran amarradas, a menos que de otra
manera sea informado de ello, es decir debe recurrir a la previa o posterior
lectura del texto del proyecto tener conversación con el artista o algún
informante allegado por ejemplo.
La mesa sola funciona
semánticamente, ¿pero el ensamblaje de las bolsas sin la mesa? …. ¿cómo y dónde deben estar colocadas las bolsas? ¿Cambiará
la lectura de la obra si modifico su
dispositivo de exhibición?
¿Importa acaso
lo que sucede con el público y su
interacción con las obras?, o ¿hay que asumir un gusto direccionado, ver lo que nos dicen que tenemos que ver, como
en el cuento del emperador que estaba desnudo.
Otro aspecto
que me llena de incógnitas es el elogio por no
sobre determinarse ¿por qué esto es un hecho que merezca reconocimiento?
Son
fascinantes los juegos lingüísticos en los textos de arte. El término
sobre-determinarse venido del
psicoanálisis y empleado en política y
sociología por Althusser, es una de esas palabras difíciles de aprehender
porque devienen de la complejidad que encierra su significado; simplistamente
sobredeterminarse sería: la capacidad de
colocarse capas, de solaparse y de complejizarse: que cada parte sea a la vez
el todo y particular al mismo tiempo.
Mucho más
difícil de pensar es el ejercicio que propone el jurado al decir “que no se
sobredertemina” y allí mi duda de lo que estoy entendiendo, no resulta un
elogio.
De los 12
artistas 10 propuestas sintetizan una
visión de esta llamada situación país en la que nos encontramos los venezolanos
de estos tiempos, entonces las propuestas
de los otros dos artistas centradas en una problemática formal de la
fotografía, ¿estarían fuera de concurso? ¿Tiene una línea editorial el salón
obedeciendo a directrices mediáticas de
la super estructura?
Vivimos una
economía de guerra creada por el gobierno al destruir el aparato productivo,
forzada internacionalmente por razones políticas se le conoce como “guerra
económica”, razones imperiales todas y de todos los imperios, que salen a
relucir con el brillo de los minerales por ejemplo , es una temática más oculta pero no por ello
menos álgida y los artistas nos la hacen visibles y uno puede transitar los vericuetos a los que se puede llegar a
través de los sellos, y la escritura braille de un libro, donde también se resolvió
con economía de medios y sin monumentalidad;
dos característica en las obras de toda
la muestra.
Muy rigurosa
también resulta la síntesis de los
pentagramas silenciosos de nuestro himno nacional, la visualización sonora de
la impunidad y la complicidad de los actores sociales ante
la pérdida en general y particularmente se alude a ese país perdido, aquel
donde se diseñaban estampillas y existía un coleccionismo filatélico, por
supuesto hablamos de años atrás, cuando aún
no existía el e-mail y la comunicación epistolar recurría al correo postal.
Obras que
refieren a situaciones personales: las cartas, las postales, los recuerdos pintados,
los objetos ensamblados, dentro de un contexto histórico de una modernidad hoy en acelerado proceso de
deterioro. Haciendo crónica de esta actualidad, empleando el concepto de
registro etnográfico, con humor en la apología simbólica identitaria, que
muestra los documentos de la interacción lúdica. La visualización
de la determinación del nivel de vida de una población de clima muy
cálido, en la metáfora de una planta que depende de la electricidad, del agua
residual de un aire acondicionado.
En ese sentido
quien más se acercase a esa línea se
aproximaba más al discurso deseado, a la contradicción económica
sobredeterminada. La propuesta premiada, nos enfoca en la cotidianidad de la
continuada y desgastante búsqueda de alimento referida a la especificidad
histórica de Julio-Agosto 2016 y subrayar
este asunto de contingencia humanitaria siempre será relevante.
No sé si el acta buscaba sacudir, activar la polémica; pero a la fecha es
abismal tanto silencio, aunque pasa,
nada pasa, todo es excesivamente normal. Como artista, debo destacar que discurso más contundente, me parece el acta de premiación, porque
expresa el conformismo y la precariedad en los niveles más altos.
Nancy Urosa Salazar
Artista docente investigadora
Dra. en Cultura y Arte para América Latina y el Caribe
Nancy Urosa Salazar
Artista docente investigadora
Dra. en Cultura y Arte para América Latina y el Caribe
Los curadores encargados de la selección de los proyectos para
esta edición son Emiliano Valdés (Guatemalteco, curador en jefe del
Museo de Arte Moderno de Medellín, Colombia), Gabriela Rangel (Venezolana,
directora de Artes Visuales y curador en jefe Americas Society, Nueva York,
EEUU), Isabela Villanueva (Venezolana, curadora independiente radicada en Nueva
York, EEUU), José Luis Blondet (Venezolano, curador de proyectos especiales de
Los Ángeles County Museum of Art, EEUU), Lisa Blackmore (Británica, curadora y
artista independiente radicada en Zurich, Suiza) y Magali Arriola (Francesa,
curadora independiente radicada en México, DF, México)
Participantes: Eduardo Vargas Rico, Rosa Chávez, María Fabiana
Zapata, Rosario Lezama, José Joaquín Figueroa, Rafael Serrano, Esmelyn Miranda,
Paola Nava, Dianora Pérez, Samuel Yanes, Daniel Medina y Katiuska Angarita.
El jurado encargado del veredicto : Sofía
Hernández Chong-Cuy, Eliseo Sierra y Luis Lizardo.
Reconocimientos:
Premio Salón Eugenio Mendoza # 14
Esmelyn Miranda Orozco
Esmelyn Miranda Orozco
disfrutará
de una residencia de tres meses
en el centro Lugar a Dudas en Cali,Colombia
en el centro Lugar a Dudas en Cali,Colombia
Menciones honoríficas: Ficción postal Daniel Medina
El libro dorado de Dianora Pérez.
El libro dorado de Dianora Pérez.